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¡¡Conectar con la pasión!!

por Christian Byfield en Dec 13, 2021

¡¡Conectar con la pasión!!

¿Qué es una pasión? Es algo que cuando pienso en eso, sonrió, me emociono, vibro. Algo que me vale 5 dedicarle todo el tiempo y energía del mundo, aprender, charlar e ir más allá. Mis pasiones podrían ser tres, todas muy relacionadas:

  • La naturaleza 
  • Las culturas de este mundo 
  • Viajar

¡Esto se podría resumir en el mundo, su gente y sus creencias! 

Todo empezó años atrás, en los viajes de mi familia por carro por Colombia con un cassette de Juan Luis Guerra y Cat Stevens sonando. Mis hermanas siempre se alineaban y pedían la ventana al tiempo. Por ende, yo iba en el centro. Llegábamos a sitios nuevos, mi papá me hacía quiz de especies de árboles, pájaros, capitales en casa sitio. Una vez el destino todo era nuevo: colores, humedades, temperaturas, olores, sabores, creencias y culturas. Ahí me empecé a interesar por salir de mi entorno del día a día. Años después estaría haciendo mi primer viaje mochilero en una lancha eterna y destartalada desde Leticia, Colombia rumbo a Iquitos Perú. 

Pasar de los Andes directo al Amazonas, con la cabeza pegada a la ventana del avión, dejando toda la grasa de mi frente en la ventana… emocionado mirando y mirando. Nubes que parecen de algodón, que dan ganas de tirarse en plancha y rebotar. Selva pura, ríos, jaguares debajo de tanto árbol, lagos ox bows y otras cosas mágicas de este mundo que aprendí en geografía del colegio (mi materia favorita). 

En este viaje fue dónde mi cuerpo empezó a entender la palabra pasión. Ustedes no se imaginan lo que fue para mi llegar a un hostal a compartir cuarto con 14 personas, cada cuál de una historia diferente, con su propia vida, sueños, anécdotas y perspectivas. Australianos hablando de la Antártica, belgas hablando de los gorilas en Uganda, rusos hablando de la calidad humana de los iraníes. Yo hablando de las ballenas jorobadas en mi querido Chocó. Y así se iban los días, descubriendo sitios nuevos, acompañando de personas increíbles y súper interesantes. Viajes sin necesidad de planear nada, solo ir llegando al sitio a ver qué. Eso genera una adrenalina de locos, uno no sabes dónde estará en 3 días. Lo único que uno sabía es que estaría rodeado de gente especial aprendiendo cosas nuevas. 

Ahí es dónde se empieza a fertilizar esta pasión a todo taco (con guano de miles de aves en las Islas ballestas en Perú, el mejor abono del mundo mundial). Después de dos meses y medio ese viaje llegó a su fin. La curiosidad y emoción de seguir recorriendo el mundo estaban más vivas que nunca. Tocaba seguir metiéndole buen fertilizante a esa semilla de guano de todas partes del mundo. 

La vida siguió, estudié ingeniería industrial y cuatro años después, estaba con mi corbata bien puesta en una oficina en Bogotá trabajando en finanzas haciendo modelos financieros y además “enclosetado”. Pasaron 4 años donde algo me faltaba. Un periodo de mi vida donde invertía, el muy limitado tiempo de mis vacaciones, viajando por el mundo. Esos días eran, para mi, la carga de energía, de vida para seguir viviendo. 

En un punto dejé de oír a la razón, y me fui por lo que me apasionaba. Muchos hablan de las vibraciones, si uno actúa con miedo y triste las vibraciones se bajan, si uno hace las cosas con amor con lo que lo emociona, uno empieza a vibrar alto, muy alto y por ende atrae cosas positivas vibrando al mismo nivel. Gracias a esto empieza mi vuelta al mundo, un recorrido que duró 754 días donde no tenía ni idea lo que pasaría después. Lo único que tenía claro era que viajar, conectar con personas y aprender cosas nuevas de este lindo mundo me hacían feliz, sonreír, vibrar. 

Muchas cosas fueron pasando, pensamientos, análisis internos, experiencias, sonrisas, personas, experiencias, reuniones importantes, escritos, muchos escritos, fotos y relatos. Todo se fue dando de una manera increíble. Salgo del closet, las vibraciones aumentan, mis redes sociales empiezan a crecer con mis fotos y escritos. Escribo un libro cantando todo este cuento. El tema de viajar se va convirtiendo en mi trabajo, un trabajo qué amo con mi alma. ¡¡Uno que salió gracias a conectar con mis pasiones en la universidad de la vida y no a la universidad donde me volví un ingeniero!! Me pagan por hacer lo que me apasiona, me hace sonreír y me gusta dedicarle mi tiempo en su totalidad. 

Como decía mi queridos Albert Einstein, ‘El amor es mejor escuela que el deber’

¡A conectar todos con sus pasiones se dijo, sí señor!

Christian Byfield

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